En el baño, una de las estancias que más usamos del hogar, nos enfrentamos a la formación de manchas en forma de moho o de hongos. Su aparición se debe principalmente al agua y la humedad típica de los baños.
Como es lógico, las zonas donde más aparece el moho son las más próximas a la ducha y la bañera, especialmente en las juntas de los azulejos. Lo ideal es prevenir su aparición y realizar de forma continua una limpieza en profundidad de dichas zonas. También hemos de limpiar con regularidad el lavabo, otra de las zonas donde más aparece el moho. Podemos utilizar una vez al mes vinagre en las zonas más conflictivas y no aclararlo. Y si secamos las zonas donde hay agua el riesgo de moho se reducirá considerablemente.
Más vale prevenir
Además de ventilar lo más posible el baño, especialmente después de ducharnos, debemos evitar utilizar materiales que absorban el agua y la humedad. Entre los materiales que no debemos utilizar se encuentran el mármol, la pintura, el barro natural y la pizarra. Por el contrario los mejores materiales serían los azulejos y el gres. Sin embargo, debemos tener en cuenta que sí se puede formar moho en las juntas de los azulejos dado que se trata de cemento. Por ello, lo mejor es sellar las juntas con productos específicos para la limpieza y protección. Normalmente estos productos se aplican con un pincel y hay que dejarlos secar durante unas horas.
Productos
Si ya es tarde para la prevención se recomienda un clásico de siempre, la lejía. Debemos aplicarla con un estropajo o un cepillo de dientes para eliminar el moho de las juntas y esperar que seque. A continuación utilizaremos un esmalte transparente que evitará que el cemento absorba el agua. Además, existen otros productos antimoho de uso doméstico más fuertes para manchas resistentes que podemos consultar en tiendas especializadas.
Por último, para las manchas en el techo existen pinturas específicas con acción antihumedad.